miércoles, 31 de marzo de 2010

Suelos del Parque Natural de las Sierras Subbéticas cordobesas

Corte de un suelo desarrollado bajo un olivar en La Vega, Priego, en las inmediaciones del río Salado.

En la Nava de Cabra se desarrollan unos vertisoles húmico-gleicos, formados por arcillas de descalcificación en condiciones de encharcamiento estacional y alta riqueza de materia orgánica. Estas arcillas oscuras son expansibles (se hinchan en presencia de humedad) y generan esos bultos que vemos bajo la hierba.

Típica terra rossa mediterránea, formada por arcillas de descalcificación tras disolverse las rocas calizas o dolomíticas de las que provienen. El color rojizo se debe a óxidos de hierro.


En el fondo de las dolinas, como ésta de cubeta de la sierra de la Cabrera (al voltear la sierra que hay por encima del centro de visitantes del parque, en Santa Rita), que son depresiones formadas por disolución de las calizas y dolomías, se encuentran estos típicos suelos, cambisoles ferrálicos, ricos en arcillas de descalcificación.

Ahora subo a internet otro trabajo de los que me pasó Antonio José Ortiz Ruiz, éste sobre los suelos del Parque Natural, realizado por María Luisa Torres Girón y José Manuel Recio Espejo. Aunque es bastante técnico, es muy interesante. Aquí podéis ver algunas fotos de suelos.

Como información complementaria, aporto las hojas de Lucena y Alcalá la Real del Mapa Geológico de España. Hacen falta otras hojas para abarcar toda la zona (las buscaré en internet y si las encuentro, las pongo aquí).

lunes, 29 de marzo de 2010

El travertino de Priego


Vista desde la Cubé de las diferentes plataformas travertínicas del sector Adarve-Cubé.


La plataforma de la Cubé, bastante afectada por procesos de disolución que forman fisuras y cuevecillas.


Vista de la pared de la Cubé (lado oriental)


La Cubé, lado norte. Se observan las coladas estalactíticas por encima de la cuevecilla del Pozo y los bloques desprendidos de la antigua pared, que se encuentra actualmente muy fisurada (fijaros en la parte superior derecha (vuestra derecha) de la foto y en la que se han producido algunos derrumbes recientes.


Travertino de la Cubé. Se observa la estructura tubular debida a la precipitación del carbonato cálcico sobre restos vegetales.


Interior de la cueva del Pozo, en la Cubé. La estructura almohadillada indica una abundante humedad.

Cascadas estalacíticas de la cueva del Pozo.

Travertino con una capa exterior coraloide, del Adarve.

Travertino con "cuernecillos" (Adarve)
Formas almohadilladas al depositarse carbonato cálcico sobre musgos.
Travertino de la Cubé.
Travertino con restos de tallos vegetales. Los mayores podrían ser tallos de cañas, plantas típicas de lugares húmedos.

El travertino o toba calcárea, conocido en Priego como "tosco", es uno de los elementos más característicos de nuestro pueblo, pues gran parte de la ciudad se asienta sobre él, a él debemos nuestro emblemático Adarve y La Cubé y ha servido para construir muchas de nuestras casas y edificios históricos (como el castillo).

El travertino es una roca formada de carbonato cálcico (CaCO3), en forma de calcita generalmente, de colores generalmente pardos (debidos a la presencia de limonita, mineral con hierro), blancuzcos o grisáceos, con numerosos huecos y poros. Puede contener fósiles de moluscos terrestres y de agua dulce, así como impresiones de distintas partes de vegetales. En numerosas ocasiones, los travertinos poseen estructuras concrecionadas y tubiformes. Algunos autores denominan tobas a las variedades muy porosas y poco compactas de travertinos.

El travertino de la pared del Adarve (cuando hablo de estalactitas, en realidad son columnas, como podéis apreciar)

Los travertinos se originan por la precipitación del carbonato cálcico que existe disuelto en las aguas subterráneas (en forma de bicarbonato cálcico, Ca(HCO3)2). Cuando éstas surgen a la superficie o atraviesan sedimentos donde la actividad de los vegetales retira CO2 y/o aumenta la temperatura y disminuye la presión de las aguas, se produce el paso del bicarbonato a carbonato, que es insoluble y por tanto precipita. El agua subterránea suele enriquecerse en CO2 con respecto al aire, al atravesar los suelos, en los que existe una concentración elevada de este gas, que emiten las raíces de las plantas en su respiración y los organismos que descomponen la materia orgánica. Al entrar en contacto con la atmósfera, el CO2 del agua escapa a ésta y el equilibrio de la reacción carbonato-bicarbonato se desplaza hacia la formación de carbonato. Además, los fuertes movimientos, la efervescencia del agua y la influencia de algunas plantas favorecen la segregación de calcita. Por ello, los travertinos se suelen formar en las inmediaciones de las surgencias de aguas subterráneas. Como en estas zonas suelen existir poblaciones importantes de plantas, el carbonato suele precipitar sobre ellas o sobre sus restos, conservando moldes o impresiones de los mismos, así como sobre conchas de moluscos pulmonados o de agua dulce.

En casi todas las fuentes naturales de la región se están formando actualmente travertinos. Otros son heredados de otras épocas más lluviosas del Cuaternario.

Vamos a explicar más detalladamente el proceso, que es una consecuencia de la siguiente reacción de equilibrio:

CaCO3 (insoluble en agua) + CO2 + H2O <--> Ca(HCO3)2 (soluble en agua)

El agua de lluvia contiene CO2 de la atmósfera disuelto, que reacciona con el agua para dar ácido carbónico (el mismo que hay en las gaseosas), H2CO3. Este ácido disuelve la roca caliza, formada por CaCO3. Las aguas subterráneas se enriquecen en CO2 y el equilibrio se desplaza aún más hacia la formación de bicarbonato cálcico. Al surgir de nuevo las aguas a la superficie, se escapan por evaporación CO2 y H2O y la reacción se desplaza hacia la formación de carbonato cálcico.


A continuación, realizo un resumen del capítulo "La toba de Priego: una historia de 18.000 años", escrito por Fernando Díaz del Olmo, Rafael Baena Escudero, Genaro Álvarez García y Ángel Luis Vera Aranda, del libro "El enclave kárstico de Priego de Córdoba (Subbético)" (Varios Autores, Ayto. de Priego de Córdoba, 1.995).

El edificio travertínico de Priego, en el piedemonte de la sierra Horconera, se desarrolla a partir del contacto entre las calizas liásicas de la sierra y el sustrato margoso y margo-yesífero del Subbético. Sobre las calizas liásicas del macizo se reconoce un polje (llanura arcillosa formada por disolución de las rocas calizas al pie de las sierras) escalonado (La Almorzara), actualmente drenado hacia el río Zagrilla y ampliamente rellenado. Un sistema de antiguos valles drenan desde el polje al Adarve de Priego; mientras que hacia el sector occidental se escalona más frecuentemente un sistema de surgencias.

Formaciones travertínicas de Priego

Las formaciones travertínicas de Priego se organizan a lo largo del piedemonte de la Horconera en dos grandes conjuntos que identificaremos como: Travertinos del Instituto Álvarez Cubero y Travertinos del Adarve, Cubé y La Joya.

Los primeros constituyen un extenso depósito con morfología de plataforma escalonada, parcialmente desmantelada, recubriendo en discordancia el sustrato calcáreo y margoso de las laderas, ubicado entre los 600 y 500m de altitud. La secuencia de deposición arranca en la parte inferior del piedemonte con un perfil de alteración decapitado por un depósito de gravillas travertínicas, al que se le sobrepone una plataforma de acumulación de tallos, musgos y limos concrecionados, de 6 m de espesor.

Los travertinos del Adarve-Cubé-Joya corresponden a un típico edificio travertínico "en balcón", con la gran plataforma travertínica sobre la que se emplaza la ciudad de Priego, y un conjunto de plataformas inferiores objeto de utilización agrícola histórica.

El Sector Adarve corresponde al frente norte del edificio travertínico. Su potencia es de unos 100 metros desde el balcón del Adarve hasta el cauce del Arroyo Salado. El escarpe del Adarve muestra una sucesión de facies de cascadas travertínicas asociadas a los paleovalles que drenan desde la Almorzara, y a las arroyadas provenientes de los manantiales de piedemonte. Las facies de cascadas presentan tallos, carbonatos laminares con distribución acintada y muestras de corrosión superficial. La datación por medio de isótopos radiactivos de uranio y torio de estas facies ha alcanzado 18.900 años de antigüedad. En la base del escarpe del Adarve la karstificación de la plataforma se evidencia por la presencia de cavidades abiertas en el edificio travertínico, dejando ver conductos y pavimentos con coladas estalagmíticas de sección finamente estratificada, a base de calizas blanquecinas y niveles rojizos.

Con posterioridad al siglo VIII de nuestra era, la precoz urbanización de la plataforma deriva en un progresivo encauzamiento de arroyos y manantiales y ordenación de fuentes, haciéndose visible en el escarpe la superposición de coladas recientes ligadas a las fuentes del Adarve.

La gran plataforma de la Cubé muestra una compleja sucesión de tobas de cascada y depósitos detríticos con una potencia de unos 10 m, acompañada de evidentes procesos de disolución que aportan cavidades con desarrollo de estrechas galerías y conductos. En la cueva del Pozo, una colada estalagmítica bien cristalizada muestra una micromorfología alternante de calcitas blanquecinas, pardo-amarillentas y pardo-rojizas. Se formó hace unos 8.900 años.

El techo de esta plataforma ha sido objeto de una intensa ordenación agrícola histórica, concretada en la implantación de numerosos aterrazados con bancales de facies travertínicas, y apertura y derivación de acequias para el mantenimiento de las huertas. El resultado ha sido la aparición de numerosas plataformas intermedias y la presencia de suelos antropizados.

El sector La Joya está ubicado en el tramo oriental de la población de Priego y su potencia es de unos 20-23 metros, quedando limitado su escarpe por el lienzo de muralla del siglo XVI. Desde el sustrato hasta la parte superior pueden distinguirse múltiples escarpes creados por el hombre para su aprovechamiento agrícola.

La secuencia sedimentaria del travertino de Priego refleja una evolución en dos etapas: la primera dirigida por la dinámica morfoclimática del macizo de la Horconera y su piedemonte, y la segunda recogiendo los impactos del hombre en el sistema kárstico (edificación, canalización de aguas, aterrazado para cultivos, etc.).

Cronológicamente, se inscribe en el grupo de edificios del final del Pleistoceno de las cordilleras béticas, los cuales reflejan la historia sedimentaria y medioambiental de los últimos 20.000 años (periodos Tardiglacial y Holoceno). Geomorfólicamente, los travertinos de Priego se desarrollan sobre un piedemonte, que en el Adarve acumula facies de cascadas del polje de la Almorzara, y en el Instituto Álvarez Cubero y zonas adyacentes lo hace sobre un sustrato epigenizado. En su conjunto los rasgos sedimentológicos muestran un sistema de facies mixtas, relacionadas con la dinámica de los arroyos y surgencias, lo que proporciona un amplio dominio de las facies de cascadas y masas de tallos y musgos, que en su frente norte han sido las causantes de la ampliación de la plataforma.

La secuencia climato-sedimentaria arranca de los depósitos del Adarve, que en su fase terminal remiten al final del Pleistoceno superior-Tardiglacial (hace 18.900 años). Corresponde pues al final de un periodo activo de la karstificación de la sierra con un importante funcionamiento de los arroyos y surgencias del piedemonte. La formación de la plataforma de la Cubé, 25 metros por debajo del balcón del Adarve, define, en opinión de los autores, una discontinuidad morfológica y temporal que exige el primer cambio en las condiciones genéticas del travertino, entre hace 18.900 años y el Holoceno (desde hace 10.000 años), esto es, abarcando el pleno Tardiglacial. Durante este periodo (10.000-2.600 años) se desarrollan ya facies de tallos y musgos, limosas y detríticas finas, y suelos hidromorfos (con una fase importante de encharcamiento anual), que evocan una evolución intermitente aunque sostenida del edificio travertínico a lo largo del Holoceno.

La presencia de coladas estalagmíticas de 8.900 años de edad afectando a las facies de tallos, informan de un repunte de la karstificación de menor intensidad que el periodo anterior, proporcionando un régimen de circulación interna del agua.

El periodo Atlántico, representado por las facies de la Cubé de hace 7.200 años, y los restos de pólenes de pinos y acebuches, están en la línea de la fijación del óptimo climático de este periodo, así como de la progresiva consolidación de la vegetación xerófila mediterránea (bosques de encinas y arbustos de hoja dura y perenne), evidenciándose incluso en la zona del Instituto Álvarez Cubero con costras zonales sellando las plataformas.

En la Joya y la base de la Cubé, con posterioridad a las formaciones de tallos y musgos de hace 2.600 años, las facies son detríticas, y su cronología es correlativa de los episodios Neolítico-Calcolítico. Puede afirmarse que a partir de hace 2.600 años (periodo Subatlántico), el edificio travertínico de Priego comienza una nueva etapa geomorfológica, caracterizada por el desarrollo de una etapa climato-antrópica, caracterizada por la falta de acreción sedimentaria en las plataformas, el desarrollo de las facies detríticas, la pérdida completa del pinar, la formación de suelos antrópicos y una frecuente evolución hidromorfa y nitrófila en el techo de las plataformas. Localmente, la reorganización antrópica del sistema hídrico de las plataformas ha dejado espectaculares cascadas travertínicas.

Vista de la cascada de travertino formada en el Adarve en tiempos recientes (menos de 200 años) a partir del agua que rezuma la fuente situada arriba. La velocidad de precipitación de carbonato cálcico es bastante alta. En la zona se tiran numerosos plásticos, que son cubiertos de mineral al cabo de unos pocos años.
Travertino con restos de hojas y tallos, de una terraza por debajo del Adarve. No es la hoja que estaba buscando en el vídeo, pero vale (es que se me quedó la cámara sin batería).


El tosco ha sido usado frecuentemente en Priego, para construir tanto las casas como muros, murallas, el castillo, iglesias, paredes de terrazas agrícolas, etc. Es una roca blanda y fácil de manejar y, debido a su porosidad, es buena aislante térmica. Pero esta misma porosidad hace que pueda albergar en su interior hasta su propio peso en agua, lo que ocasiona problemas de humedad en las casas viejas. En la parte baja del Adarve se pueden observar los vestigios de antiguas canteras.

viernes, 26 de marzo de 2010

Vegetación de la Subbética cordobesa


He escogido esta imagen, de las cercanías de la Puente Nueva (Priego de Córdoba), porque muestra bastantes comunidades vegetales: un pinar de repoblación, un encinar claro con retazos de jaral de Cistus albidus, un bosque de ribera con álamos negros (o chopos) junto a un riachuelo y un olivar, cultivo que conserva bastantes cualidades de los bosques mediterráneos (si es gestionado de forma no agresiva). Al fondo, en la sierra de Albayate, hay encinares y pastizales en las cumbres.

En los bordes de la Laguna del Conde o Salobral aparece una comunidad de plantas de lugares húmedos, tolerantes a la sal (Salicornia ramosissima (la roja), otras quenopodiáceas, Cressa cretica, tarajes, carrizos, etc.).

Romeral en la base de la Tiñosa (Padres del Carmen). Por romeral se entiende un matorral subarbustivo mediterráneo sobre sustrato calizo, en el que suele aparecer el romero, pero también otras plantas, como la jara blanca (Cistus albidus), los matagallos (Phlomis purpurea), el torvisco, etc.

Piornal-lastonar de las zonas altas de la Tiñosa. Aparecen plantas con adaptaciones al frío, la sequedad y el viento.

Aquí se aprecia la regeneración con gayombas y otras plantas retamoides de un olivar abandonado en las faldas de la Tiñosa.

Típico encinar de la zona, bien desarrollado, en las faldas de la Tiñosa.

Pastizal sobre sustrato húmedo y arcilloso y quejigal-aceral (ejemplo de bosque caducifolio en la comarca) en las laderas, en la Nava de Cabra.

Umbela (inflorescencia en que los pedúnculos nacen de un punto común) de zanahoria silvestre (Daucus carota) en un borde de camino en las cercanías de la Laguna del Salobral. Esta gran y llamativa planta herbácea (y el ejemplar de la foto es de los mayores que he visto) es indicativa de la vegetación ruderal, típica de cultivos abandonados y cunetas, medios en los que hay gran abundancia de nitrógeno.

Umbela de cañaheja (Thapsia villosa), una planta típica de las laderas soleadas y pedregosas de la comarca, con baja cobertura de vegetación (pastizales, espartales, tomillares, romerales, etc.).

Aquí os presento una pequeña muestra de las comunidades vegetales y plantas representativas de la comarca. Un tratamiento mucho más riguroso y completo del tema podéis encontrarlo en este texto de Francisco Valle, F. Gómez Mercado, J. Cabello, J. Peñas y J. F. Mota. Se estudia sobre todo la sociología vegetal, es decir, las asociaciones que suelen establecer las plantas (qué plantas aparecen junto a otras determinadas) y las comunidades vegetales que se forman. También aparece una introducción que trata de los factores bioclimáticos que afectan a la distribución de las plantas de la comarca y se citan muchas de las especies más representativas y/o singulares. Aquí y aquí aparecen fotos ilustrativas de lo que se comenta en el texto.
También podéis ver mapas del Parque Natural relativos a estos aspectos:

(Doy las gracias al biólogo prieguense Antonio José Ortiz Ruiz, por haberme pasado estos trabajos).

jueves, 25 de marzo de 2010

Rocas de la Subbética: carniolas

Carniola del borde del Embalse de Iznájar, cerca de la presa, junto a arcillas y yesos del Triásico

Carniola (o más bien caliza oquerosa) del Lias (principios del Jurásico), junto a la Villa Turística de Zagrilla, con pocos huecos antes ocupados por yeso



Carniolas en El Tarajal, Priego, donde forman una banda de considerable espesor (en las zonas más bajas hay yesos y arcillas del Triasico)

Aquí se ven, junto a las carniolas, dolomías (las rocas grises), que están compuestas de carbonato de calcio y magnesio

Esta carniola es del mismo lugar que la anterior, de las cercanías del Morrón Grande, entre Rute y Carcabuey. Edad triásica.



Hace poco que me he enterado bien de lo que son las carniolas, de las distintas formas que presentan y de cómo se originan (antes había identificado algunas de ellas, pero otras no). Copio esta definición que he encontrado en internet:

Carniola (Carneola)

Clase:

Sedimentaria evaporítica carbonatada.

Descripción:

Roca compuesta por calcita, dolomita e hidróxidos de hierro, que posee una estructura vacuolar y más o menos porosa, con huecos relativamente angulares. De color pardo, amarillento, rojizo o más raramente grisáceo. Suele carecer de estratificación y de restos fósiles.

Por su estructura solo se la puede confundir con algunos travertinos, aunque el contexto genético y la angulosidad de sus huecos la distinguen del mismo.

Ambiente de formación:

Las carniolas se originan en las proximidades de la orilla de lagunas salobres y de otras masas de aguas salinas con circulación muy restringida y sometidas a un clima árido y cálido. Se origina por la precipitación de caliza y dolomía sobre yeso o anhidrita, que posteriormente se disuelven dejando huecos más o menos angulosos.

Localidades:

Es una roca poco común en la región y origina afloramientos de poca extensión y potencia. En numerosas ocasiones sólo aparecen bloques o fragmentos de las mismas dispersos en sedimentos evaporíticos del Triásico superior (facies Keuper). Más raramente, aunque originando afloramientos más importantes, aparece asociada a materiales de principios del Jurásico y Cretácico.

Usos:

La carniola es una roca carente de interés comercial o industrial. Muy localmente se ha utilizado como piedra de mampostería para la estabilización de terrazas agrícolas y la construcción de paredes en viviendas rurales, junto con otras rocas.

Antonio del Ramo
Francisco Guillén

(página web sobre la geología de Murcia, en la que aparecen formaciones evaporíticas del Triásico Superior (facies Keuper), como en la comarca)


De la Wikipedia he tomado esta definición:

Las carniolas o carneolas son un tipo de roca sedimentaria evaporítica carbonatada, que suelen presentarse carcomidas, con vacuolas y brechas. Su color es amarillo, pardo o herrumbroso. Forma masas poco estratificadas de aspecto ruiniforme. Su composición es habitualmente un 70% calcárea (calcita), un 20 % dolomítica, hidróxidos de hierro, y a veces también algo de composición yesífera. Con el nombre de carniolización se conoce su génesis. En España se utiliza el nombre "carniola" para las dolomías brechoides de la base del Lías.

jueves, 11 de marzo de 2010

Chocolates (de bollo y de tabla) "Meri"

Esto es la Prehistoria del chocolate en Priego. En este mortero especial se machacaban a mano juntos el azúcar, las almendras y el cacao, a fuerza de mucho sudor y tiempo. Debe de ser por lo menos de la mitad del siglo XIX, ya que perteneció al bisabuelo de José Merino, el último chocolatero de la saga familiar.

En estas alforjillas llevaban el dinero los vendedores ambulantes antiguos. Se colgaban de los hombros, de forma que cada saquillo cayera junto a un brazo, y por la abertura que se muestra se echaban las monedas. Los antecesores de José iban a hacer chocolate a las casas, por encargo, y a vender el chocolate que producían en su casa por pueblecillos y cortijadas.

El abuelo de José, Francisco de Paula Merino Pareja, mecanizó ya parte del proceso a finales del siglo XIX (como se recuerda en el periódico Adarve de hace unas semanas, Juan Valera menciona el chocolate de bollo en su novela "Juanita la Larga", de 1.895: este chocolate procedía de Priego). Vendió chocolates bajo la marca "Nuestra Señora del Buen Suceso". Este chocolate de bollo es lo que luego se ha denominado "turrolate": un producto con cualidades intermedias entre el turrón y el chocolate (el chocolate tiene un mínimo de un 50% de cacao, mientras que el turrolate tiene un 7-8% de cacao (1 kg de cacao por cada 15 kg de producto).

José Merino, junto a sus hermanos, emprendió la mecanización de casi todo el proceso productivo en 1.953, en que adquirió en Barcelona las máquinas que se muestran en las fotos. A partir de entonces emprendió la fabricación de chocolate de tabla y sobre todo, de chocolate de bollo (turrolate), de dos sabores: almendra y cacahuete.

Al principio, las pipas de cacao provenían de Guinea Ecuatorial, que era colonia española. Cuando este país se independizó, rompieron relaciones con España y el cacao provenía de Brasil. Los frutos verdes de cacao se abrían y se extraían los granos, que se ponían en secadores para que se secaran. En Priego, se recibían los granos secos, que se tostaban en el tostador. Tras ello, se separaba la piel de la semilla, por medio de ventiladores. Por un lado, quedaba la piel y por el otro, el cacao.

José hace aquí un inciso, para explicarnos la diferencia entre el chocolate negro y el blanco (confieso que yo no la sabía). El chocolate blanco lleva sólo manteca o grasa de cacao, que es de color blanquecino. Se le suele añadir bastante azúcar. El chocolate negro lleva tanto la grasa de cacao como las sustancias responsables del color oscuro. El chocolate negro tiene más riqueza en chocolate (lleva menos azúcar), y cuánto más negro sea, más riqueza en pasta de cacao tendrá y tendrá menos azúcar y otros ingredientes. A los chocolates de tabla industriales se les añaden sustancias químicas endurecedoras, así como conservantes (todos los chocolates industriales llevan grasas ajenas al chocolate). "Chocolates Meri" elaboró sólo chocolates con la grasa natural del cacao y de las almendras o cacahuetes y no usó endurecedores para sus chocolates de tabla (el cacao ya aporta una dureza aceptable). Estos chocolates de tabla, que elaboraron durante unos años, contenían cacao natural, azúcar, una porción de harina de trigo, aromatizantes y emulsionante (lecitina de soja). Fabricaron versiones con y sin almendras.

Los ingredientes del chocolate de bollo son: pasta de cacao, azúcar, almendras o cacahuetes, una pequeña fracción de harina de trigo refinada, un poco de canela y un aromatizante. No había fórmula magistral exacta: se trabajaba con productos naturales, que presentan variabilidad en sus características. El contenido en grasa de almendras, cacahuetes y cacao eran muy variables, lo que obligaba a hacer frecuentes catas y a ajustar las cantidades de los otros ingredientes. José recuerda con nostalgia las almendras de antes, que dice que tenían mucha más calidad. También opina que el cacao ha perdido en calidad. Achaca estas características a la proliferación de cultivos intensivos con uso masivo de fertilizantes y pesticidas.

Vamos a presentar las diferentes máquinas y a continuación describiremos el recorrido de los distintos ingredientes por ellas:



Mezclador de pasta

Tostador donde se tostaba tanto el cacao como las almendras y cacahuetes (cada uno por separado)

Refinadora de rulos

Molino de almendras y cacahuetes


Tabletadora (sólo para el chocolate de tabla)


Repeladora de almendras


Molino de azúcar


El azúcar de grano recio era transformado en azúcar de grano fino (azúcar glass) en este molino de azúcar. El azúcar llegaba por el tubo de arriba desde el almacén situado en el piso superior. Luego, el azúcar glass era añadido a los demás ingredientes en el mezclador de la pasta.

Las almendras eran al principio compradas con cáscara y todo. Las partían diversos miembros de la familia (entre ellos la familia de mi padre, Manuel Jiménez Merino, primo de José Merino). Más tarde recibían almendras ya repeladas de la fábrica de Zamoranos. Las semillas de almendra eran hervidas y luego introducidas en la repeladora para quitar la cascarilla de la semilla. Luego pasaban al tostador, donde eran tostadas; de ahí iban al molino, que las convertía en pasta, que era añadida al mezclador.

Los cacahuetes eran pelados y tostados, pasaban al molino y luego al mezclador de la pasta.

Los granos de cacao eran introducidos en el tostador desde el piso de arriba a través de una manga. Al tostarlos, la cascarilla de fuera se hinchaba y crujía mucho. Un ventilador separaba la piel del cacao, que era llevado al mezclador, donde se añadían los otros ingredientes. Las piedras de granito molían y mezclaban la pasta, que era agitada por unas palas. A veces, la pasta se ponía dura y había que pasarla por la refinadora, normalmente una sola vez. Luego volvía al mezclador.
Cuando la mezcla estaba lograda, si se iba a fabricar chocolate de tabla, la pasta iba a la tabletadora, que vibraba y producía una pasta fina extendida por toda la tabla, que luego se cortaba en porciones.
Aquí acababa la mecanización. La pasta destinada a chocolate de bollo pasaba a otra sala donde se dividía en porciones, que eran pesadas, y se procedía a dar forma a los bollos, primero de forma basta con las manos y luego se les daba forma cilíndrica con una hoja de papel, con la que eran envueltos y distribuidos por las tiendas.
Los chocolates de "Meri" se vendían en Córdoba, Barcelona, Cádiz, Málaga, Granada, otros pueblos de la provincia de Córdoba, etc. (y por supuesto, en Priego). Este producto típico de aquí ha sido llevado por prieguenses emigrantes y misioneros a los cinco continentes.
Cuando hablan del final de su actividad, a principios de los años 90, se nota un deje de nostalgia en las palabras de José, su esposa Julia y su hijo Luis Carlos. Se les estropeó una máquina costosa y tuvieron que enfrentarse al reto de modernizar la maquinaria y el proceso de fabricación, dando el salto hacia una producción a mayor escala. En ese caso se imponía el uso de algún aditivo químico para conservar más tiempo el chocolate. La comercialización a mayor escala también era complicada, ya que este producto es muy poco conocido fuera de la comarca. Por eso elogian la labor de los hermanos García, recientemente nombrados "Prieguenses del Año" por el periódico Adarve, que, a su juicio, han conseguido mantener la producción del turrolate hasta la actualidad con un equilibrio muy aceptable entre la calidad del producto y las exigencias de la producción a gran escala.

martes, 9 de marzo de 2010

Nacimiento de agua de Zagrilla Alta


Esta tarde nos hemos ido a disfrutar del sol y la exhuberancia del agua al Nacimiento de Zagrilla Alta. La comarca es rica por el agua, pero sobre todo porque suele aflorar con considerables caudales en manantiales al pie de las sierras calizas (y por tanto es muy fácil aprovecharla). Esto es un fenómeno típico de las zonas calizas en las que existe un modelado kárstico.

En el agua de lluvia se disuelven pequeñas cantidades de CO2 del aire. Al contacto con el agua, el CO2 se disocia dando ácido carbónico (el mismo de las gaseosas). Éste ácido va disolviendo lentamente la caliza, formando grietas que penetran en su interior por donde entra el agua de las precipitaciones y acaba formándose una gran red de galerías subterráneas con ríos principales y sus afluentes. El agua va así descendiendo por el interior de las sierras y termina por salir al exterior cuando se encuentra con una capa de rocas impermeables (las margas y arcillas de la zonas bajas de las laderas).

Los manantiales más importantes de este tipo en la comarca son el manantial de Azores, el del Palancar, el de Fuente Alhama (la Fuente Jama), el de Zagrilla, la Fuente del Río en Cabra, la Fuente del Rey en Priego, etc.


En estos manantiales suele colocarse la imagen de una Virgen (Fuente de la Salud de Priego, Fuente del Río en Cabra, etc.). No sabemos si anteriormente a la religión católica existía algún culto pagano a las fuentes.


Estos manantiales de aguas limpias, oxigenadas (debido al movimiento y la turbulencia del agua) y ricas en calcio, son un hábitat propicio para algunos caracoles de agua dulce (los caracoles necesitan el calcio para formar su concha). En los manantiales de este tipo de la comarca se presentan casi siempre las dos especies aquí mostradas: Melanopsis praemorsa, las conchas alargadas y oscuras del centro (nótense los tentáculos), y Theodoxus fluviatilis, la concha pequeña redondeada que se aprecia en la esquina inferior derecha (tu derecha) de la imagen. Ambas especies se alimentan de algas y plantas acuáticas. En la foto se ven también unos montoncillos de piedrecitas: son los estuches protectores que construyen las larvas acuáticas de las frigáneas, unos insectos con aspecto de polillas con las alas plegadas en tejadillo. Cómo no, en estas fuentes abundan también los zapateros, chinches depredadoras que caminan sobre la superficie del agua (Gerris sp., los mayores, e Hydrometra stagnorum, los más pequeños).

Esta curiosa araña que orienta hacia delante sus dos primeros pares de patas (Tetragnatha sp.) es también muy común en las fuentes.



Este lugar es magnífico para construir un lavadero, en el que antaño lavaban la ropa las mujeres. Existe toda una cultura asociada a ellos, que Enrique Alcalá Ortiz rescata en "Lavanderas y lavaderos", una recopilación de artículos sobre el tema. Para acceder a ellos, ve a la página de Enrique y pica sobre la sección Artículos y luego mira bajo el epígrafe Cancionero Popular de Priego.