miércoles, 19 de mayo de 2010

Circos en las montañas

Gran circo en la sierra de Rute (imagen de satélite de Google Earth)

"Circos" por encima de Las Lagunillas

Gran "circo" o "cráter" por encima del Cortijo Alto de Torres (Las Lagunillas)


Otro "circo" más pequeño por encima de Las Lagunillas

Entre las estructuras geológicas más llamativas y enigmáticas de la comarca están estos grandes hoyos en las sierras. En el libro "Análisis Geoambiental de las Sierras Subbéticas Cordobesas", de María Luisa Torres Girón y José Manuel Recio Espejo, se dedica un pequeño apartado a ellos. Se dice:

"Otras formas descritas y susceptibles de ser estudiadas con mayor detenimiento han sido las megaestructuras cónicas existentes en las vertientes meridionales de las sierras de Rute y Horconera. Éstas, con una exposición fundamentalmente SE, presentan una morfología en embudo de paredes muy verticalizadas que rompen la regularización de las antiguas laderas; dentro de las mismas son frecuentes la presencia de zonas de canchales, así como de grandes coladas de carbonatos acumulados en sus fondos.

Por otro lado, la finalización de las mismas se encuentra a cotas próximas a los 900 metros, coincidiendo con antiguas topografías precuaternarias y por tanto en posición colgada y con carácter afuncional en la actualidad. Esta posición denotaría la cronología de su génesis, la cual podríamos datar en principio como al menos pliocena o finiterciaria. A estos rasgos morfológicos, deberíamos añadir la presencia en las paredes de los mismos de grandes "espigones de rocas", verticales y de considerable tamaño, tal como es el caso observado en la Sierra de Rute; las formas de la Sierra Horconera presentan relacionadas con las mismas potentes depósitos localizados a su terminación. Aunque como hemos comentado, dichas formas necesitan de una mayor investigación de detalle, podríamos adelantar aquí que su morfología podría coincidir con zonas de acumulación de nieve o bien con antiguas cavidades en la actualidad derruidas."

Otros geólogos, como Alicia Serna, en espera de un estudio más detallado, se inclinan por pensar en una erosión diferencial de las dolomías (estos hoyos se localizan, hasta donde hemos podido observar, en zonas de afloramientos dolomíticos, con rocas de color blancuzco).

Después de leer lo anterior, Manuel López Chicano, profesor de geodinámica en la Universidad de Granada, me ha enviado amablemente su explicación de estos fenómenos. Como podréis apreciar, realiza una magnífica exposición científica, muy completa, rigurosa y didáctica. ¡Muchísimas gracias, Manuel! Aquí os la copio:

"En mi opinión, estas megaformas de relieve se corresponden con Combes, valles o depresiones que se desarrollan en la charnela (línea donde convergen los dos flancos de un pliegue) de los pliegues antiformes, cuando alternan rocas con distinto comportamiento frente a la erosión (erosión diferencial tal y como indica Alicia Serna).

En el caso de las sierras Subbéticas, los materiales carbonáticos del Jurásico inferior incluyen dos conjuntos litológicos principales: dolomías (carbonato cálcico-magnésico) y calizas (carbonato cálcico). Las dolomías se sitúan en la base de las calizas y son dolomías secundarias o de sustitución, es decir, se han formado a partir de la roca caliza original por sustitución de calcio por magnesio.

El átomo de magnesio es más pequeño que el del calcio, por lo que en esa sustitución se crea un problema de espacio y la roca “colapsa” o se brechifica al mismo tiempo. Las dolomías de las Cordilleras Béticas son rocas microbrechificadas (a menudo se las llama impropiamente “kakiritas”) y eso las hace más suceptibles a la erosión y a la crioclastia (o gelifracción: rotura por cuñas de hielo) que las calizas que no han sido dolomitizadas. En algunos puntos son tan deleznables estas rocas que llegan incluso a desarrollar cárcavas. En las canteras que las explotan –ejemplo lamentable de la cantera de la Camorra, en Cabra- apenas tienen que emplear explosivos y trituradoras para obtener el árido.

Cuando en una cresta montañosa anticlinal la capa caliza cede a la erosión (s. l.) y afloran las dolomías, el proceso de desmantelamiento de las rocas se acelera y se retroalimenta. El resultado que vemos son esos “hoyos”, “conos ivertidos” o “circos” (mejor no utilizar este término por la confusión que crea) en cuyo interior afloran las dolomías y en cuyos bordes lo hacen las calizas (véase el mapa geológico 1:50.000 que es bastante correcto aquí), más resistentes a la erosión hídrica y a la crioclastia que las dolomías, formando un borde acantilado y bastante escarpado. La cuenca hidrográfica anexa a la megaforma tiene una cabecera que tiende a alargarse en el sentido del eje del pliegue (NE-SO en este caso), mientras que se encañona y estrecha a la salida, precisamente porque la red de drenaje tiene que atravesar ahí la capa más “dura” de calizas. A la salida de esa pequeña garganta suele haber depósito de materiales, tal y como ya apreciaron Torres Girón y Recio Espejo.

Este patrón morfológico se repite en los 4 casos: Sierra de Rute, Sierra Alhucemas – Cerro de la Cruz, Bermejo-valle del cortijo Soto Bajo, Bermejo-Loma del Poyato-valle del cortijo Vichira. Efectivamente, aunque las dos formas más perfectas son las de las sierras de Rute y Alhucemas, ambas con orientación SE, en el Bermejo podemos apreciar otros dos ejemplos de orientación NO, con valles anticlinales excavados en dolomías (llenos de aulagas) que buscan su salida por pequeños cañones al atravesar las capas calizas no dolomitizadas.

En la vertiente noroeste del Bermejo existen al menos 4 pequeñas gargantas o canales que son el testigo de procesos incipientes de formación de combes. En la sierra de la Gallinera también hay alguna forma asimilable a combe, situada al sur del cortijo Morejón y al sureste del cortijo Mirasivienes.

Los “circos” que se observan en la Tiñosa no responden al patrón de combes. Está claro que son valles sobrexcavados en los afloramientos de dolomías y que se estrechan considerablemente al salir del macizo debido a que deben atravesar los afloramientos de calizas, pero estos valles no se encuentran en la zona de la charnela del pliegue (la estructura de la Tiñosa también es un pliegue fallado vergente hacia el NO), sino en el flanco sureste del mismo. En este flanco, las capas calizas más duras dibujan una traza en dientes de sierra que en Geomorfología recibe el nombre de chevrons.

Por último, en los afloramientos de dolomías se desarrollan con frecuencia relieves tipo aguja (pitones, gendarmes, pingorotes, etc.). Probablemente coinciden con prismas rocosos menos brechificados que han resitido mejor frente a la erosón hídrica, la disolución y la crioclastia. En Granada, en toda la orla carbonática alpujárride de Sierra Nevada se les suele llamar “Dientes de Vieja”."

1 comentario:

  1. Yo soy de rute y nunca me habia fijado en esta curiosidad.

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