físicamente) a las nubes. La primera es imprescindible para sentirlas:
el juego de identificar formas familiares en las nubes, algo a lo que
casi todos hemos jugado, siquiera de pequeños. Es una visión lúdica,
imaginativa, simbólica, placentera, y por tanto fundamental. Una de
las desgracias de las generaciones urbanitas recientes es no mirar
nunca hacia el cielo ni hacia la tierra, donde están las cosas
ciertas.
La segunda visión es la científica. En principio es más árida y más
prosaica, pero en palabras llanas y sin truculencias innecesarias
aporta una información que ayuda a familiarizarse con las nubes, a
entenderlas, y a dedicarles más atención. Es la visión sobre la que
intentaré incidir en algunas entradas de este estupendo blog de
Antonio. La intención, en el fondo, es simplemente animar a mirar las
nubes.
“El cielo está aborregado. ¿Quién lo desaborregará?" Vamos a ver qué
es en realidad un borrego de estos, cómo se llama en función de lo
alto que "vuele", y quién es el buen desaborregador que lo
desaborregare.
Una nube puede ser estratiforme, cirriforme o cumuliforme, según su
forma; en nuestro caso, los borregos pertenecen a las nubes
cumuliformes, que podemos describir informalmente así: “coliflores,
borregos, rodillos, lentes, algodones y cuerpos similares, grandes o
pequeños, aislados o agrupados en capas”. Lo de las fotos, desde luego, es todo un rebaño de borregos voladores juntitos y pastando vapor de agua a un determinado nivel.
Según lo gordo que parezca el borrego, estará más cerca o más lejos, y así se distingue a qué “familia” pertenece: si a la de las nubes altas o a la de las medias. Por lo común, si mide menos que el grosor del meñique con la mano extendida, el borrego será de la familia de las nubes altas (entre cinco y 13 kilómetros de altura), y por tanto estará formado por cristalitos de hielo y será blanco, pequeñito y poco denso, porque ahí arriba hace muchísimo frío y el aire y el vapor
de agua disponible para formar nubes son escasos.
Si mide más, pertenecerá a las nubes medias, y estará entre unos dos o tres y unos siete kilómetros de altura, donde la temperatura y la densidad del aire ya permiten que nuestro borrego contenga una parte de cristalitos de hielo y otra parte de gotitas de agua líquida bajo cero (sí, gotitas de agua líquida bajo cero, son usuales en las nubes y sin ellas apenas llovería). Será también un borrego más denso y puede ya presentar zonas de sombra.
Si el borrego mide más que el grosor de tres dedos, entonces será una nube cumuliforme baja y ya resultará demasiado gorda y sombreada como para que la asimilemos al típico borreguito volador.
Y en nuestro caso concreto parece tratarse de los borregos más típicos, los de la familia de las nubes medias. Una nube de forma cumuliforme y de altura media, en ciencia, se llama “Altocumulus”; y si forma rebaños planos, “Altocumulus stratiformis”. Como puede verse, esta nomenclatura científica recuerda a la que se aplica a animales y plantas desde Linneo para acá. Y de hecho es exactamente así: si yo soy de la familia de los homínidos, género Homo, especie Homo sapiens y variedad entre europea y africana, los borregos de la foto son de la familia de las nubes medias, género Altocumulus, especie Altocumulus stratiformis y variedad perlucidus (esto último porque entre borrego y borrego se ve el cielo).
Los cielos aborregados no tienen demasiado valor predictivo del tiempo, salvo que acaben uniéndose entre sí y espesándose hacia abajo, y acaben formando un Altostratus y luego un Nimbostratus con lluvia, situación propia de la entrada de un frente cálido. Pero entonces ya no son borregos: se han desaborregado.
Hay otros motivos de desaborregamiento del cielo: la mezcla con el aire más seco que rodea a las nubes (proceso llamado “entrainment” y que se ve favorecido por los vientos y por la detención del proceso que generó la nube), o el hundimiento general de las capas de aire aborregadas (situación propia por ejemplo de algunos anticiclones que hacen bajar el aire a gran escala hacia el suelo, lo cual hace que se caliente y elimina así las nubes).
Así que estos son algunos ejemplos de buenos desaborregadores que desaborregan el cielo aborregado.
Autor: MARIO PARRA CACHADA
Nota: si queréis conocer más acerca de las nubes, os recomiendo visitar el álbum de fotos que Mario tiene en Facebook, donde comenta distintos tipos de nubes. Podéis enviarle vuestras fotos.
aún ando de vacaciones... pero me gustan tanto las nubes...que no puedo resistirme robártelas "pál feisbuk"
ResponderEliminarcon tu permiso, amigo
besos
Como veis, el blog se ha enriquecido un montón con esta maravillosa colaboración de Mario Parra Cachada, que comenta algunas nubes de las que surcan el cielo subbético. Mario es un naturalista soñador, que está mucho tiempo en las nubes, busca fósiles en los monumentos de Sevilla y lee la historia de las piedras fijándose en sus arrugas y en sus cicatrices.
ResponderEliminarMuchas gracias.
con el permiso de Mario, también ;)
ResponderEliminarprecioso el oficio de vigilante de nubes... o el de intérprete de piedras... hay que buscar la magia en lo que nos rodea¡¡¡