Por las barandas del cielo
se paseaba una dama,
vestida de azul y blanco,
Catalina se llamaba.
- Levántate, Catalina,
que Jesucristo te llama.
-¿Qué quiere mi Jesucristo,
que a tanta prisa me llama?
Será pa ajustarme las cuentas
de la semana pasada,
porque las de esta semana
ya las tengo ajustadas.
Esto es parte de un antiguo romance de cordel, del siglo XIX por lo menos, en el que se fantasea sobre la vida de Santa Catalina. En el gran proyecto de catalogación del folclore hispánico, Pan-Hispanic Ballad Project, se encuentran multitud de versiones, muy cambiantes, de la letra de esta canción, de España e Iberoamérica. Buscando con el Google, aparece otra gran cantidad de versiones. En el sur de Cádiz, subsisten versiones similares a la de Priego. Otra versión andaluza más larga se encuentra aquí. En el libro, que aparece casi completo en Google Books, Literatura infantil: introducción en su problemática, su historia y su didáctica, de Antonio Moreno Verdulla, se explica, entre otras muchas cosas, la reducción que suelen sufrir los romances largos en boca de los niños, poniendo como ejemplo esta canción. En el ya conocido libro "Lolita: Cantares y juegos de las niñas", de 1.910, aparece una versión titulada Catalina, la monjita.
La música de esta canción sirvió de sintonía para la divertida y entrañable serie de televisión, Celia, realizada a principios de los años 90 del siglo pasado, sobre las ocurrencias y pequeñas aventuras de una niña madrileña de los años 30:
Hay en Madrid una niña,
hay en Madrid una niña,
niña que Celia se llama
- sí, sí-
niña que Celia se llama.
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