Tradiciones, usos y saber popular en torno a los animales
Unas mujeres mayores me cuentan que la ooteca o cápsula donde se depositan los huevos, de la mantis religiosa (llamada “nunca buscá” por ellas) era usada contra los sabañones, metiéndola en el bolsillo. Saben que las ootecas aparecen en los olivos y caen cuando se avarean.
Ooteca de mantis religiosaUnas mujeres mayores me cuentan que la ooteca o cápsula donde se depositan los huevos, de la mantis religiosa (llamada “nunca buscá” por ellas) era usada contra los sabañones, metiéndola en el bolsillo. Saben que las ootecas aparecen en los olivos y caen cuando se avarean.
José Barrientos ve un adulto de cigarrón (la langosta egipcia, Anacridium aegyptium) y lo pisotea hasta matarlo, ya que recuerda que se come los brotes tiernos de los olivos. Dice que es de la familia de las langostas, lo cual es cierto, y esta especie también tiene una leve tendencia a formar agrupaciones, aunque desde luego mucho menor que las de las langostas del Norte de África, Schistocerca gregaria y Locusta migratoria (de esta última especie observé un ejemplar en Priego), que han invadido en ocasiones la península. José recuerda que su abuelo le contaba historias de ocasionales invasiones de langostas. Mi madre dice que la suya vio invasiones de langostas en Alcalá la Real, donde devastaron las cosechas y tapaban la luz del sol. La virgen de Alcalá tiene un cigarrón de oro como broche en ofrenda por haber librado al pueblo de una invasión de langostas. Según Antonio González Gámiz, los cigarrones (o saltamontes) se cogían para alimentar con ellos a los perdigones, a los que les gustan mucho también las aceitunas. Según él, los perdigones se ponen patas arriba para eludir los peligros. Los perchines (petirrojos, Erithacus rubecula) caen muy fácilmente en las trampas. Un liebrajo o liebrajucho es una cría de liebre.
Antonio Jiménez dice que el líquido de los curicas (escarabajos negros con abdomen muy alargado que se ven en primavera en los olivares, que segregan un líquido rojo repelente para disuadir a sus depredadores) sirve para curar las verrugas.
Adivinanza tradicional agrícola contada por mi padre: “el nicusico tiene alas, pies y pico; la madre del nicusico no tiene alas, ni pies ni pico”. El nicusico es el gorgojo de las habas y su madre es la haba. Hay que averiguar si se refiere a un brúquido (los más usuales parásitos de las habas) o a un verdadero gorgojo, de la familia de los curculiónidos. Ambas familias de escarabajos se caracterizan por tener el rostro alargado, formando una especie de trompa.
Grandes mariposas con dibujos de ojos de alas eran usadas como broches vivos en los vestidos. Mi madre identifica en fotos al Gran Pavón de Noche (Saturnia pyri). Dice que antes había muchas por aquí y eran muy mansas y no escapaban. Ahora no se ven casi nunca.
Los abejorros anunciaban una visita, según los niños de Esparragal.
Unas niñas de Zamoranos me contaron que sus padres jugaban a quitar el aguijón de abejas y avispas y sustituirlo por un palillo. También me han dicho que juegan a pintar de colores a las moscas y a soltarlas para ver quién encuentra después la mosca de cada cuál. Llaman “cortapichas” a las tijeretas.
José Antonio Arjona Montoro me cuenta que si un sapo te cuenta los dientes, te mueres o te quedas calvo. También dice que a los sapos les hacían fumar y se hinchaban; también cuenta que los ponían en el extremo de una tabla y los hacían saltar (padre de José Antonio).
Su abuelo llevaba una muda de serpiente enrollada dentro del sombrero, para el dolor de cabeza. Si matabas una cría de serpiente, la madre iba a buscarte y te mordía.
Refranillo sobre la culebrilla ciega, que se cree que es muy venenosa: “Si la víbora oyera y la ciega viera, no habría quien al campo saliera”. Este refrán se dice en otras partes de España y se aplica a diversos reptiles. Se cree que mordisquea la herida para inyectar veneno o algo así. Este reptil sin patas, con aspecto de lombriz, piel escamosa de color marrón y ojos muy pequeños, que vive bajo tierra, es completamente inofensivo, aunque sí es cierto que muerde si lo coges.
Pepe, de Almedinilla, me cuenta que para las verrugas (para quitar las verrugas hay millones de recetas mágicas y esotéricas) hay que coger un lagarto, frotarlo contra la verruga, matarlo, enterrarlo bajo unas piedras y cuando el lagarto se seque, se te cae la verruga.
Según Marcos Campos, las culebras eran echadas antes a veces en los tejados de las casas, para que se comieran a los gorriones y los ratones.
Los vencejos, si están muy revolucionados al amanecer, anuncian que habrá una tormenta por la tarde. (Trini)
En el campo se escucha mucho un pájaro que parece que dice “agua aquí”, se dice que esto es anuncio de lluvia, pero falla más que una escopeta de caña. Se trata del carbonero común (Parus major), aquí llamado “cagachín”, por ese canto, pero este pájaro tiene una diversidad de vocalizaciones increíble.
Toni Pérez me dice que un hombre mayor y unos niños le han dicho que los ruiseñores macho cantan de noche para que la hembra no aborrezca los huevos (aunque la explicación ornitológica es otra, llamar la atención de la hembra o algo así).
Mi padre dice que los gallos cantan al mediodía, y al amanecer, a medianoche, etc. Cuando los gallos cantan a deshoras es que puede cambiar el tiempo. Según él, del comportamiento de los topillos se deducía si iba a llover, aunque no sabe exactamente cómo. Mi abuelo hacía “quiquiriquí” para que el gallo le respondiese, cosa que hacía invariablemente.
Los viejos de Almedinilla dicen que si oyes el cuco no te mueres ese año (ya has pasado el invierno, época de mayor mortalidad entre los ancianos).
En Almedinilla, los agricultores creen que la orina de la eriza (si está preñada) es venenosa y puede matar a los animales que coman la hierba donde se haya orinado. Paco, el hijo del "Portugués", y Antonio Jiménez dicen que un caballo puede reventar si come la hierba donde se ha orinado una eriza preñada. Por cierto, ¿habéis pensado alguna vez en los dolores insufribles que tienen que padecer las erizas al parir a sus hijos? En realidad, no sufren nada, porque las espinas se les desarrollan a las crías después de nacer.
José Antonio Arjona Montoro dice que a la cueva de la Murcielaguina iba gente a coger excrementos de murciélago como abono (allí hay una colonia bastante numerosa de murciélagos).
Mi madre me cuenta que los Oteros (unos niños muy traviesos de los años 40), volvieron una vez de un campamento de los que organizaba la Falange con un murciélago, al que daban de fumar. Al parecer, se llevaba lo de hacer fumar a los murciélagos.
Antonio Jiménez dice que había ardillas en los chaparros de la Tiñosa, en los años 60 ó así, por los Ricardos. Los cazadores decían que se metían en las madrigueras de conejos y mataban los conejillos, que les chupaban la sangre. Antonio Jiménez y Paco, el hijo del “Portugués”, dicen que las comadrejas chupan la sangre de las gallinas y los conejillos chicos.
Mi padre llama gato garduño a la garduña, como en el famoso poema de García Lorca, “Romance sonámbulo”:
La higuera frota su viento
con la lija de sus ramas,
y el monte, gato garduño,
eriza sus pitas agrias.
La garduña (Martes foina) es un mustélido parecido al hurón, pero de mayor tamaño. Es muy abundante en la comarca y se encuentran incontables ejemplares muertos en las carreteras.
Tradiciones sobre plantas
Antonio Jiménez dice que el líquido de los curicas (escarabajos negros con abdomen muy alargado que se ven en primavera en los olivares, que segregan un líquido rojo repelente para disuadir a sus depredadores) sirve para curar las verrugas.
Adivinanza tradicional agrícola contada por mi padre: “el nicusico tiene alas, pies y pico; la madre del nicusico no tiene alas, ni pies ni pico”. El nicusico es el gorgojo de las habas y su madre es la haba. Hay que averiguar si se refiere a un brúquido (los más usuales parásitos de las habas) o a un verdadero gorgojo, de la familia de los curculiónidos. Ambas familias de escarabajos se caracterizan por tener el rostro alargado, formando una especie de trompa.
Grandes mariposas con dibujos de ojos de alas eran usadas como broches vivos en los vestidos. Mi madre identifica en fotos al Gran Pavón de Noche (Saturnia pyri). Dice que antes había muchas por aquí y eran muy mansas y no escapaban. Ahora no se ven casi nunca.
Los abejorros anunciaban una visita, según los niños de Esparragal.
Unas niñas de Zamoranos me contaron que sus padres jugaban a quitar el aguijón de abejas y avispas y sustituirlo por un palillo. También me han dicho que juegan a pintar de colores a las moscas y a soltarlas para ver quién encuentra después la mosca de cada cuál. Llaman “cortapichas” a las tijeretas.
José Antonio Arjona Montoro me cuenta que si un sapo te cuenta los dientes, te mueres o te quedas calvo. También dice que a los sapos les hacían fumar y se hinchaban; también cuenta que los ponían en el extremo de una tabla y los hacían saltar (padre de José Antonio).
Su abuelo llevaba una muda de serpiente enrollada dentro del sombrero, para el dolor de cabeza. Si matabas una cría de serpiente, la madre iba a buscarte y te mordía.
Refranillo sobre la culebrilla ciega, que se cree que es muy venenosa: “Si la víbora oyera y la ciega viera, no habría quien al campo saliera”. Este refrán se dice en otras partes de España y se aplica a diversos reptiles. Se cree que mordisquea la herida para inyectar veneno o algo así. Este reptil sin patas, con aspecto de lombriz, piel escamosa de color marrón y ojos muy pequeños, que vive bajo tierra, es completamente inofensivo, aunque sí es cierto que muerde si lo coges.
Pepe, de Almedinilla, me cuenta que para las verrugas (para quitar las verrugas hay millones de recetas mágicas y esotéricas) hay que coger un lagarto, frotarlo contra la verruga, matarlo, enterrarlo bajo unas piedras y cuando el lagarto se seque, se te cae la verruga.
Según Marcos Campos, las culebras eran echadas antes a veces en los tejados de las casas, para que se comieran a los gorriones y los ratones.
Los vencejos, si están muy revolucionados al amanecer, anuncian que habrá una tormenta por la tarde. (Trini)
En el campo se escucha mucho un pájaro que parece que dice “agua aquí”, se dice que esto es anuncio de lluvia, pero falla más que una escopeta de caña. Se trata del carbonero común (Parus major), aquí llamado “cagachín”, por ese canto, pero este pájaro tiene una diversidad de vocalizaciones increíble.
Toni Pérez me dice que un hombre mayor y unos niños le han dicho que los ruiseñores macho cantan de noche para que la hembra no aborrezca los huevos (aunque la explicación ornitológica es otra, llamar la atención de la hembra o algo así).
Mi padre dice que los gallos cantan al mediodía, y al amanecer, a medianoche, etc. Cuando los gallos cantan a deshoras es que puede cambiar el tiempo. Según él, del comportamiento de los topillos se deducía si iba a llover, aunque no sabe exactamente cómo. Mi abuelo hacía “quiquiriquí” para que el gallo le respondiese, cosa que hacía invariablemente.
Los viejos de Almedinilla dicen que si oyes el cuco no te mueres ese año (ya has pasado el invierno, época de mayor mortalidad entre los ancianos).
En Almedinilla, los agricultores creen que la orina de la eriza (si está preñada) es venenosa y puede matar a los animales que coman la hierba donde se haya orinado. Paco, el hijo del "Portugués", y Antonio Jiménez dicen que un caballo puede reventar si come la hierba donde se ha orinado una eriza preñada. Por cierto, ¿habéis pensado alguna vez en los dolores insufribles que tienen que padecer las erizas al parir a sus hijos? En realidad, no sufren nada, porque las espinas se les desarrollan a las crías después de nacer.
José Antonio Arjona Montoro dice que a la cueva de la Murcielaguina iba gente a coger excrementos de murciélago como abono (allí hay una colonia bastante numerosa de murciélagos).
Mi madre me cuenta que los Oteros (unos niños muy traviesos de los años 40), volvieron una vez de un campamento de los que organizaba la Falange con un murciélago, al que daban de fumar. Al parecer, se llevaba lo de hacer fumar a los murciélagos.
Antonio Jiménez dice que había ardillas en los chaparros de la Tiñosa, en los años 60 ó así, por los Ricardos. Los cazadores decían que se metían en las madrigueras de conejos y mataban los conejillos, que les chupaban la sangre. Antonio Jiménez y Paco, el hijo del “Portugués”, dicen que las comadrejas chupan la sangre de las gallinas y los conejillos chicos.
Mi padre llama gato garduño a la garduña, como en el famoso poema de García Lorca, “Romance sonámbulo”:
La higuera frota su viento
con la lija de sus ramas,
y el monte, gato garduño,
eriza sus pitas agrias.
La garduña (Martes foina) es un mustélido parecido al hurón, pero de mayor tamaño. Es muy abundante en la comarca y se encuentran incontables ejemplares muertos en las carreteras.
Tradiciones sobre plantas
Para lo que sirven los nudos de retama, según las niñas de Zamoranos
La retama (Retama sphaerocarpa) es la planta de la comarca que más creencias esotéricas genera. Según Elena Rodríguez, de Almedinilla, y Mercedes López, de Priego, los nudos se hacen para quitarte las verrugas. Miguel y María Cano, niños de Camacho Melendo, me dicen que los nudos de la retama se hacían si tenías alguna enfermedad; si alguien los desataba, la enfermedad se le pasaba a él. En otros sitios, se dice que los nudos se hacen para ahuyentar al demonio. En cualquier caso, es raro encontrar en la comarca una retama al lado de un camino que no tenga algún nudo en sus ramas flexibles. José Antonio Arjona me dice que los nudos deben hacerse con la mano izquierda.
Receta tradicional: flores de calabaza con miel.
José Antonio Arjona Montoro informa de que las semillas de la amapola real o adormidera son usadas para que los colorines canten mucho rato seguido (al comerlas les estimulan al parecer).
A veces es muy difícil establecer qué es una mala hierba en un cultivo. Mala hierba es toda planta que nace donde se cultiva otra: así el trigo es una mala hierba en un cultivo de garbanzos, por ejemplo. Además, muchas malas hierbas tienen diferentes usos. Este poemilla que me dice mi padre ilustra los dilemas que se les presentan a los labradores:
La avena,
pa paja es buena;
el bayisco,
pal borrico;
la amapola,
pa la lechona;
el almirón,
pal lechón;
la pamplina,
pa la gallina.
¿Entonces qué quito?
Lo que pinche.
(claro que algunas plantas que pinchan, como ciertas especies de cardos, son usadas como alimento para las personas...)
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