Los que van al rosario
no pasan frío;
los que están en la cama
están arresíos.
Viva María,
viva el Rosario,
viva Santo Domingo,
que lo ha fundado.
Venid fieles cristianos
a las Misiones,
donde Cristo convierte
los corazones.
Viva María,
viva el Rosario,
viva Santo Domingo
que lo ha fundado.
Los misioneros eran unos predicadores que venían a Priego antiguamente. L0s rosarios se rezaban temprano, a las 6 de la mañana, incluso en invierno. Como vemos, la letra de la canción oscila entre la ironía rebelde y la piedad. Aquí va otro ejemplo, con la misma música:
A la iglesia no voy
porque estoy cojo;
pero sí a la taberna
poquito a poco.
Las cuentas del rosario
son escaleras,
para subir al cielo
las almas buenas.
Mi madre cuenta que su padre una vez se asomó a la ventana de madrugada y pasó un misionero que le dijo: "Levántate, perezoso, vente al Rosario". La respuesta de mi abuelo fue dar un sonoro portazo.
Mi padre, Manuel Jiménez Merino, también recuerda una copla crítica:
Franco gobierna en España,
en las tierras y en los mares
y los géneros de alimentos
que son los más principales.
Y en los años de la hambre,
que así se suelen llamar,
nos mantuvo a media España
con harina de cebá.
Y como es tan generoso
y nos tiene en su memoria,
nos mandó a los misioneros
pa que fuéramos a la gloria.
Pero en la gloria San Pedro
no nos va a dejar entrar:
no va al cielo aquel que vive
con harina de cebá.
(Mi padre no recordaba muy bien los cuatro últimos versos y he tenido que inventar un poco).
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