Había un avaricioso
que cuando se iba a morir
puso en el testamento:
"La herencia es para mí".
El día que yo me muera
que me encojan las dos patas,
así de esta manera
es la caja más barata.
Un día llegó a una posá,
le preguntó al posaero,
la cama o el almuerzo,
lo que valía más dinero.
El posaero le dijo:
"La cena es más barata"
-"Vamos a esperáh a la noche
y no metemos la pata".
Un día dijo de ahorcarse
pero cuerda no tenía.
Se la pidió a la vecina,
a ver si lo socorría.
Como no lo socorría
y la tuvo que comprar,
cuando vio lo que valía
dijo que lo iba a dejar.
Rafael Moscoso Ortuño (Rute)
(poema proporcionado por Encarni Jiménez Aranda)
COP29: La solidaridad del Norte global arde hasta los cimientos
-
La nueva meta global de financiación termina con una cuantía y calidad
insuficiente que destruye la solidaridad pactada en el Acuerdo de París.
Para la s...
Hace 15 horas
No hay comentarios:
Publicar un comentario